Es la peor hora de todos los domingos, 6:00 PM, cuando Sergio, un publicista treintañero, llama a una amiga abogada y a un amigo médico a contarles no sólo que después de todo se ha vuelto a ver con Helena, su amor y su amante de siempre, sino que además la tiene a su lado y por nada del mundo se despierta: luego de esas dos conversaciones aparatosas, que ahondan su angustia, Sergio pone en marcha y en efecto dominó una serie de diálogos con sus amigos y entre los amigos de sus amigos que sumadas retratan la eterna tragicomedia humana de la resistencia a la adultez – una especia de versión real del juego del teléfono roto cuya conclusión escucha cada cual a su manera – hasta que un diálogo inesperado con el marido de su amada lo invita a dejar ese lugar de una buena vez.